“Suena el último acorde y una tormenta de aplausos rompe el silencio del auditorio. Otro proyecto conjunto de la Orquesta y el Coro de la ciudad de Mogilev y el director de orquesta venezolano Gerardo Estrada Martínez ha sido un verdadero deleite para los amantes del arte. Esta vez los músicos ofrecieron a sus admiradores las emociones de las melodías de las películas más famosas, profundizando la impresión al proyectar las secuencias de las mismas, haciéndolas sonar de manera diferente. El estreno, por sí mismo, podría fácilmente considerarse una interpretación de alto nivel internacional. “Llevamos más de cinco años colaborando”, el maestro logra recibir las flores de sus admiradores, tomarse fotos y responder a las preguntas todo al mismo tiempo.
¿Cómo empezó todo?
“Desde el primer Festival
Internacional de Música Sacra “Dios Todopoderoso” donde participé. Me quedé
impresionado tanto de la ciudad, como de la magnitud del evento y el nivel de
los participantes.En consecuencia, acordamos dar un concierto con la orquesta
yel coro local. Desde entonces hemos tenido muchísimos: voy a Mogilev aensayar
y actuar al menos tres o cuatro veces al año.”
Gerardo es diplomático, se desempeña como Primer Secretario en la Embajada
de Venezuela en Belarús. Pero la música ha sido y sigue siendo una parte
importante de su vida. Posiblemente, esto sea lógico para una persona con un
apellido tan sonoro: Estrada (en ruso “Estrada” significa escenario – Nota del
Traductor).
“Empecé a tocar el violín a los tres
años, más tarde estudié percusión. Estudié en Caracas. Estuve aprendiendo el arte de dirigir la orquesta en Venezuela,
Argentina, España con distintos
maestros y en distintas ocasiones”, detalló el director.
Su CV artístico abarca muchas victorias en concursos internacionales, colaboraciones
con las mejores orquestas de diferentes países, la fundación de la Orquesta
Bolivariana del Estado Carabobo y otros proyectos musicales. Dentro de la
extensa lista de sus premios y galardones también está el Botón Dorado de la
Real Academia de la Música de Valencia, España en su capítulo de colaboración
internacional.
¿Acaso es fácil para un músico de
renombre encontrar un lenguaje común con la plantilla del Coro y la Orquesta de
Mogilev?
“Siendo un diplomático, soy responsable de los asuntos culturales. Y éstos
van mucho mas allá de los límites capitalinos. Por cuanto más ciudades y
pueblos visites, mejor llegas a conocer la vida del país y de sus habitantes.
Comparto la posición de la Embajada de Venezuela en Belarús al respecto. Visité
Grodno, Brest, Soligorsk, Polotsk, es imposible enumerar todas las ciudades del
interior que he visitado. En lo que se refiere al Coro y la Orquesta de Mogilev,
las relaciones profesionales que aquí había tenido se transformaron en las de
amistad. Me atrevo a decir que incluso tenemos un alma común: al hacer música nos sentimos de igual manera, experimentamos
emociones parecidas. Por ejemplo, el programa donde de música del cine
internacional fue preparado en el transcurso de sólo una semana. Apenas unas
semanas atrás tocabamos música clásica, obras espirituales..(Stabat Mater de
Pergolesi, Gloria de Vivaldi).”
Esta colaboración internacional ha sido un gran estímulo para el desarrollo
del equipo, reconoce el director titular del Coro y la Orquesta, Sergéi
Lischenko. Los ritmos latinoamericanos
han sido parte inherente del repertorio de los virtuosos de Mogilevv ya que el
público los recibe con gran entusiasmo.
“Cada artista tiene su visión del arte, su percepción del mundo. Con lo cual,
no existe nada de celos, todo lo contrario, la experiencia de un trabajo
conjunto con el Maestro Estrada nos ha enriquecido mucho”, señaló Sergéi Lischenko.
El maestro habla ruso con sus nuevos colegas. Dice que no lo aprendió con
fines específicos: lo dominó durante su servicio en la Embajada, complementando
sus conocimientos de otros idiomas como español, portugués, inglés e italiano.
En general, ha hecho muchos descubrimientos personales en Belarús. Por ejemplo,
fue aquí donde vio la nieve por primera vez. “Fue un espectáculo inolvidable.
Aprecié tanto la caída de la nieve que no sentí frío. Después me tuvieron que
internar en un hospital, desde aquel entonces intento vestirme acorde al
clima”, se ríe Gerardo. “¿Qué más me
gusta? Las ciudades bellas y bien cuidadas, la limpieza de las calles y las
zonas residenciales. Pero más que nada la sinceridad, cordialidad, generosidad
de la gente.” Los belarusos y los venezolanos tienen mucho en común, cree él.
Pero le hacen falta la familia, el mar y el sol.
“Por lo general,visito a mi familia una vez al año, aunque a veces puedo
tener viajes de servicio cortos. No me van a creer: al cabo de un tiempo
empiezo a extrañar a Belarús. Cuando regreso a Minsk, entonces echo de menos a
Venezuela.” El maestro enfatizó que ambos países son muy queridos para él.
¿Cómo logra tener tiempo para todo?
Ya que además de laborar en la Embajada, actuar,
organizar exposiciones, reuniones y todo tipo de actividades culturales,
Estrada también compone música.
La receta es muy fácil dice él: uno tiene que amar la vida, perfeccionarse
siempre. En cuanto a la música, es una buena forma de hacer diplomacia, asegura
Gerardo. Ayuda a establecer contactos, encontrar intereses comunes y coinstruir
un mundo mejor. Varias veces el maestro tomó la iniciativa de organizar
conciertos benéficos y los fondos recolectados se destinaron para distintos
fines sociales. No obstante, no cobra en la mayoría de sus conciertos, pero lo
sustituye con éxito, salas llenas,
aplausos y el amor infinito de los espectadores.“¡Actuar en el escenario,
ilusionar al público, esto es felicidad!”, no oculta Estrada.
Siendo el Coordinador del Centro Cultural Latinoamericano Simón Bolívar en
Minsk, ha logrado mucho para que los belarusos y los venezolanos lleguen a
entenderse mejor. En lo que se refiere a los ciudadanos de Mogilev, próximamente
tendrán más oportunidades al respecto. “Existe una idea de hacer Mogilev y
Barinas ciudades hermanas”, compartió el
diplomático los futuros planes. Confía en que esta idea se haga
realidad. Y nosotros lo tomaremos con mucho agrado.
DIARIO RESPUBLIKA (BELARÚS)


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